Entre las copias que he realizado, "Le Toilette" es uno de los cuadros que más me ha gustado y con el que más me he identificado a la hora de hacer una versión... la visión que coloca Lautrec delante del modelo, mirando desde arriba a una altura que, siendo por la salud de él no llego a desarrollar, no solo refleja ese sentimiento de (por decirlo de una manera) ser una persona normal, al menos en cuanto a tamaño refiere. Y no obstante que siempre se mostró hasta cómico al referirse a su tamaño, no esta demás decir que fue algo que siempre en su vida le pesó.
Por ello en mi cuadro denominado "La botella" en el cual no solo hago una interpretación de su pincelada, sino también de la altura que tiene la visión con respecto al modelo, y como pretexto el famoso juego de la botella, donde todos sentados conservan la misma altura que sus compañeros permitiendo no solo poder ver siempre a los ojos a la persona que nos rodea sino que nos pone en igual situación.
No existe alguien superior, al menos hasta que haya un castigado y un castigador. Otro cambio realizado, fue el desnudo, que en el caso de Henri de Touluose-Lautrec, era la representación del aseo visto desde el punto erótico, reforzándolo con una espalda desnuda. Como lo hiciera Edgar Degas; espiando el momento intimo.
En mi versión aun conserva la ropa el modelo, y no solo eso sino que se nos presenta de frente rompiendo lo sensual del cuadro de Lautrec. Pero con la botella en la mano y como es en estos juegos donde lo que se busca al final es dejar al otro desnudo, nos queda tan solo esperar a que nuestra castigada cumpla.
Por ello en mi cuadro denominado "La botella" en el cual no solo hago una interpretación de su pincelada, sino también de la altura que tiene la visión con respecto al modelo, y como pretexto el famoso juego de la botella, donde todos sentados conservan la misma altura que sus compañeros permitiendo no solo poder ver siempre a los ojos a la persona que nos rodea sino que nos pone en igual situación.
No existe alguien superior, al menos hasta que haya un castigado y un castigador. Otro cambio realizado, fue el desnudo, que en el caso de Henri de Touluose-Lautrec, era la representación del aseo visto desde el punto erótico, reforzándolo con una espalda desnuda. Como lo hiciera Edgar Degas; espiando el momento intimo.
En mi versión aun conserva la ropa el modelo, y no solo eso sino que se nos presenta de frente rompiendo lo sensual del cuadro de Lautrec. Pero con la botella en la mano y como es en estos juegos donde lo que se busca al final es dejar al otro desnudo, nos queda tan solo esperar a que nuestra castigada cumpla.
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