Esta entrada la he publicado con estos trabajos en especifico por que se trata de la visión que tengo sobre la vejez y la muerte.
La litografía que aparece lleva por título "Memento Mori" (recuerda que vas a morir)... es una obra del 2009, en la cual trabajo con personajes ancianos por que de entre las facciones de la edad del hombre, es en esta en especifico donde veo reflejada mayor fuerza de expresión, no es de extrañar pues es justo en este momeno donde el rostro ha atrapado las angustias, los nervios, las risas, el enojo, el llanto y toda emoción que se dibuje ha sido conservada en lineas que han quedado marcadas por los años. Por este motivo la vejez es el vivo testimonio de que una vez hemos vivido y no por que asi lo recordemos sino por que nuestro cuerpo nos lo esta diciendo a cada marca, cada arruga, cada grieta... ¿Porqué dos rostros repetidos? quisé mostrar que el mismo viejo es consciente de si mismo y que no vive recordandosé de como era cuando joven... quise mostrar a un anciano que se recuerda como anciano porque ese es su presente...
La calavera se dirige a otro punto fuera del cuadro, esta empezando otro momento que no conocemos y la mariposa nos reforza la idea de que todo en este mundo se transforma... que deja de ser una cosa para ser otra.
Y el dibujo es a base de tinta china y pluma, lleva por nombre "La Vejez"...
Este dibujo del 2007 lo realice unto con una serie en la que todos los temas eran tratados de una manera si se quiere decir "surrealista", aunque era más bien mi manera de describir estos temas de manera libre y un tanto metafisica para que tuvieran mayor fuerza en el espectador...
En esta ocasión el simbolo de la vejez se ve representado por un ser cuyo cuerpo ha desaparecido. Remarcando el hecho de que llegada a esta edad nuestro cuerpo se ha vuelto casi obsoleto y practicamente nos ha abandonado, nuestra mente no se queda atrás o mas bien si se va quedando y escapa por nuestra cabeza la memoria, mientras que con nuestros ojos falsos tratamos de seguir adelante.
La vasija de donde asoma la cabeza del equino, como simbolo de nuestros instintos sexuales se hallá ya en el pasado y solo la escultura al fondo nos remite a un arte tambien olvidado...
Arriba en el cielo se abre una ventana, de donde asoma nuestro ojo en el cual se refleja un craneo pues a lo viejo solemos verle solo un destino: La Muerte.
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